La Antártida que Alberto Morales nos da.
Cómo, cómo, cómo lo transmito. No hay nada y por eso está todo.
Todos los tiempos presentes.
Mi Antártida es el viaje iniciático al que voy y del que vuelvo.
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PRÓLOGO - ESP

PRÓLOGO

JAVIER FIGUEROA

POCAS REGIONES del globo evocan soledad y peligro como la Antártida. Ese blanco inhóspito y el frío obstinado han sido el telón de fondo de dramáticas exploraciones, o el marco perfecto a novelas inquietantes y películas de intriga o ciencia ficción. Crónicas de naufragios y balleneros, de hombres recios que desafiaban una naturaleza inclemente. Un continente inexplorado sólo mapeado en el último siglo. Relatos y mapas que llenan bibliotecas.

Esa visión épica también se conjuga con la imagen de un territorio de ciencia (no exenta tampoco de aventura y peligro). La Antártida como un laboratorio gigante que nos alumbra sobre nuestro pasado remoto y sobre nuestro futuro como humanidad, es parte de la imagen del continente. La política y el derecho internacional también se asocian automáticamente a la Antártida. Un espacio de cooperación internacional y de soterradas competencias geopolíticas.

Sin embargo, tal densidad histórica, política y emocional no han tenido una traducción en las artes plásticas y visuales. La mayoría de las fotografías y documentales sobre la Antártida tienden en general a acompañar narrativas políticas o científicas. Aún así, en esos documentales se cuela la belleza de la Antártida y su sobrecogedor vacío.

La Antártida ha sido un continente de exploradores, aventureros, militares, científicos y diplomáticos. Pero no de artistas. La dificultad de acceso a la Antártida conspiró para que no tengamos una abundante obra plástica sobre uno de los territorios más bellos del planeta.

Debemos estar orgullosos de que nuestro Programa Antártico haya dado cabida a artistas nacionales y extranjeros que testimonien, desde el arte, esa parte de nuestra Argentina. La magnífica obra de Alberto Morales, compilada en Al sur del Sur, es fruto de tal sabia decisión.

La obra de Alberto nos acerca a la Antártida desde el sentimiento. Glaciares, icebergs, proas de buques pueden ser vistas como obras abstractas o figurativas pero que sin duda expresan esa desolación y belleza que se refleja en todo relato antártico. Desde una monótona bitácora de navegación a las voces de Edgard Allan Poe o H.P. Lovecraft.

Mares y cielos grises cruzados por rojos, variaciones de azules que desmienten la idea de un blanco monótono. Alberto nos acerca la luz antártica con sus matices, dramatismo e intensidad.

Al sur del Sur, nos presenta la Antártida con otros ojos y nos hace enamorarnos de esas tierras y mares helados. La contribución de artistas como Alberto para tener una visión más integral de la Antártida no es menor. Una mirada que va más allá de la ciencia y la política, los lentes con los que estamos habituados a ver el continente blanco. Un gran músico dijo una vez que información no es conocimiento, que conocimiento no es sabiduría y que sabiduría no es belleza. De esto último se trata. De hacernos lugar a la belleza para comprender y amar a una parte de nuestra querida Argentina.

Javier Figueroa es abogado y diplomático de carrera. En los últimos años ha sido el Subsecretario de Malvinas e Islas del Atlántico Sur. Actualmente es Embajador de Argentina ante Sudáfrica, Cuba y Reino Unido. Es padre, y fanático del buceo y del mar en general.

PROLOGUE - ENG

PROLOGUE

JAVIER FIGUEROA

FEW REGIONS in the world can bring up solitude and danger as Antarctica does. That inhospitable whiteness and the obstinate cold were the backdrop of dramatic explorations, or the perfect framework for unnerving novels and intrigue and science fictions films. Chronicles of shipwrecks and whalers, tough men who challenged inclement nature. An unexplored continent which mapping came out during the last century. Tales and maps that filled up libraries.

That epic vision also blends with the image of a science territory (not exempt from adventure and danger). Antarctica as a giant laboratory that shines over our remote past and over our future as humanity, is a part of the image of that continent. Politics and international law are also associated automatically with Antarctica. A space for international cooperation and hidden geopolitical competition.

However, such historical, political and emotional density has not had a translation into the plastic and visual arts. Most of the documentaries and photography about Antarctica in general tends to accompany political or scientific narratives. And even in those documentaries the beauty of Antarctica and its overwhelming emptiness comes through.

Antarctica has always been a continent of explorers, adventurers, military, scientific and diplomatic personnel. But not artists. The difficult accessibility to Antarctica plotted against having an abundance of plastic works about one of the most beautiful territory on the planet.

We must be proud that our Antarctic Program allowed for domestic and foreign artists to express through their art, that part of our Argentina. The magnificent work of Alberto Morales compiled in Al sur del Sur (South of the South), is a result of such a wise decision.

The work of Alberto brings us closer to Antarctica through sentiment. Glaciers, icebergs, ship bows can be seen as abstract or figurative works but without a doubt they express that desolation and beauty which is reflected all over the Antarctic narrative. From a monotonous journal of navigation to the voices of Edgard Allan Poe or H.P. Lovecraft.

Grey oceans and skies crisscrossed by red and blue tones that deny the idea of a monotonous white. Alberto brings us closer to the antarctic light with all its hues, drama and intensity.
Al sur del Sur, presents to us an Antarctica with different eyes and makes us fall in love with those iced lands and oceans. The contribution of artist like Alberto to give us a more integral vision of Antarctica is not minor. Is a look that goes beyond science and politics, which are the glasses with what we are used to see the white continent. A great musician once said that information is not knowledge, knowledge is not wisdom and wisdom is not beauty. That is what the last part is about. To make room for beauty to comprehend and love a part of our beloved Argentina.

Javier Figueroa is a career lawyer and diplomat. In recent years he has been the Undersecretary of the Malvinas and South Atlantic Islands. He is currently the Argentine Ambassador to South Africa, Cuba and the United Kingdom. He is a father, and a fan of diving and the sea in general.

RESEÑA DE PUBLICACIÓN - ESP

RESEÑA DE PUBLICACIÓN
AL SUR DEL SUR, MI ANTÁRTIDA

Este libro es el resultado de mi viaje y estadía en las bases argentinas en la Antártida durante cuarenta días en 2005, invitado por la DNA —como artista plástico— para el Proyecto Cultural Antártico Argentino. Es el relato, el viaje y la aventura de un artista argentino, en el continente blanco.

Mi misión fue interpretar a la Antártida como tema de trabajo: recoger imágenes y sensaciones del territorio, entrar en contacto directo con su naturaleza y con las personas que allí trabajan. De esta forma, poder reflejar una visión poética de la Antártida para un público amplio.

Trabajé allí en pequeños bocetos, apuntes, pinturas y fotografías, que luego —de vuelta en mi taller de Buenos Aires— construir la obra que describe esta experiencia vivida. Pinto lo que ocurre con el alma humana en un territorio extremo en todo, y en un aislamiento en estado puro. Pintar el blanco sobre el blanco, la piedra y hielo, la luz, su extenso día en verano y su larga noche en invierno, la atmósfera, el viento y el frío, y, lo más doloroso de su realidad actual, el impacto por el cambio climático.


Alberto Morales

Autores: Alberto Morales y Julio Sapollnik, licenciado en Historia del Arte.

Prólogo: Javier Figueroa, actual Embajador Argentino en Reino Unido.

Acompañan: Dr. Mariano Memolli Ex Director de la DNA y Dr. en Geología Rodolfo del Valle Científico de la DNA

Montaje sonoro: “Todos los blancos Juntos” Autora Gabi Yaya gabiyaya.com.ar Co-autor Alberto Morales. Se puede recorrer el libro escuchando este montaje sonoro desprendido de las imágenes y la experiencia de Alberto Morales en la Antártida. Composición realizada con sonidos antárticos: viento, agua, chorritos del deshielo, el crujir de los hielos, pingüinos, elefantes marinos, focas, cormoranes, bandoneón y la voz de Alberto Morales

Edición: EMA [ema-ediciones.com]
  • 132 páginas.
  • Textos en español e inglés.
  • 111 ilustraciones: obras de los últimos quince años pintando Mi Antártida, más fotos del viaje.
  • Para la versión digital se traducirá al portugués, francés, alemán, ruso y chino.

La obra plástica contenida en la publicación está Declarada de Interés Cultural por la Comisión de Cultura de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación en 2018, y por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en 2019.

PUBLICATION REVIEW - ENG

PUBLICATION REVIEW
AL SUR DEL SUR, MI ANTÁRTIDA

This book is the result of my trip and stay in the Argentine bases in Antarctica during forty days in 2005, invited by Antarctic National Directorate (DNA) as a visual artist for the Argentine Antarctic Cultural Project. It is the story, the trip and the adventure of an Argentine artist, in the white continent.

My mission was to interpret Antarctica as a work topic: to collect images and sensations of the territory, to come into direct contact with its nature and with the people who work there. In this way, to be able to reflect a poetic vision of Antarctica for a wide audience.

While I was on site, I worked on small sketches, notes, paintings and photographs, with which later - back in my atelier in Buenos Aires - I constructed the work that describes my experience. I paint what happens to the human soul in extreme territory in everything, and in pure isolation. Painting white over white, stone and ice, light, its long day in summer and its long night in winter, the atmosphere, the wind and the cold, and, the most painful of its current reality, the impact of climate change.


Alberto Morales

Authors: Alberto Morales and Julio Sapollnik, Art Historian.

Foreword: Javier Figueroa, current Argentine Ambassador in the United Kingdom.

Accompanying: Dr. Mariano Memolli Former Director of DNA and Dr. in Geology Rodolfo del Valle, Scientist of DNA

Sound montage: “Todos los blancos Juntos” (“All the whites together”) Author Gabi Yaya gabiyaya.com.ar, Co-author Alberto Morales. You can go read the book while listening to this sound montage from the images and experiences of Alberto Morales in Antarctica. Composition made with Antarctic sounds: wind, water, trickles of melting ice, the crunching of ice, penguins, elephant seals, seals, cormorants, bandoneon and the voice of Alberto Morales.

Edition: EMA [ema-ediciones.com]
  • 132 pages
  • Texts in Spanish and English
  • 111 illustrations: works from the last fifteen years painting My Antarctica, plus photos of the trip
  • For the digital version, it will be translated into Portuguese, French, German, Russian and Chinese

The art work contained in the publication is Declared of Cultural Interest by the Culture Commission of the Honorable Chamber of Deputies of the Nation in 2018, and by the
Legislature of the City of Buenos Aires in 2019.

LA ANTÁRTIDA QUE ALBERTO MORALES NOS DA - ESP

LA ANTÁRTIDA QUE ALBERTO MORALES NOS DA

JULIO SAPOLLNIK

DESDE LA ANTIGUA GRECIA, los cartógrafos sospecharon sobre la existencia de un continente blanco cuya razón de ser se basaba en la creencia de que enunciaba que, en algún lugar del extremo sur del mundo, se erguía una vasta extensión de tierra destinada a garantizar la simetría entre Asia y el Norte de África. Sin embargo, el paisaje monocromático de aquella mitología antártica fue avistado por primera vez en septiembre de 1815, durante la Guerra de Independencia, por el coronel de marina Guillermo Brown. En 1818, Juan Pedro Aguirre obtuvo permiso oficial para cazar lobos marinos «en algunas de las islas que en la altura del Polo del Sud de este continente se hallan deshabitadas».1 Dos años después, en 1820, una expedición Rusa llegó a esas tierras y más tarde una misión Noruega.

1. www.cancilleria.gob.ar/es/iniciativas/dna/historia-y-patrimonio/linea-historica/siglo-xix

La Antártida es el cuarto continente más amplio en cuanto a la extensión de su territorio. Allí prima el inmutable blancor del desierto helado, acoplado a feroces vientos que la recorren a más de trescientos kilómetros por hora y con temperaturas de noventa grados bajo cero, condiciones máximas. En invierno dobla su tamaño al henchirse de hielo. Frente a esta indómita amplitud la presencia humana es irrelevante.

El continente es parte fundamental del complejo sistema climático de nuestro planeta, está rodeado por corrientes circumpolares de aire y agua fría que determinan el rumbo del calor entre los trópicos y los polos. Se incrementa así el potencial oceánico de absorción del dióxido de carbono. El agua profunda de su océano es muy rica en oxígeno, cumpliendo la función de purificar los mares. Además, la Antártida almacena enormes volúmenes de agua dulce.

En vista a la importancia capital que la Antártida reviste para la supervivencia humana, se firmó en Washington en 1959 el Tratado Antártico, que hoy está considerado como uno de los acuerdos más exitosos de la diplomacia internacional. Se han adherido al pacto una docena de países, entre ellos la República Argentina. El Tratado ha contribuido a preservar el Continente Antártico como un destino de paz, y como un laboratorio científico para el bien de la humanidad. La Antártida es, hasta hoy, el único continente donde no se ha librado conflicto bélico alguno.

Dos importantes científicos y, hoy, amigos de Alberto Morales, Rodolfo Augusto del Valle2 y Mariano Memolli,3 aportaron su visión y conocimientos sobre el continente blanco, en diversas reuniones que transcurrieron en el taller de Alberto. Allí rememoraron su viaje y unieron ideas científicas y artísticas. De estas conversaciones surgen las reflexiones que aquí colecto.

2. Doctor en ciencias geológicas por la Universidad de Buenos Aires (UBA), con una extensa trayectoria como Jefe en la base científica Carlini (ex Jubany) durante 1985, y Jefe Científico embarcado entre los años 2004 y 2006. Fue nombrado por Ley 25433 del Congreso de la Nación «Expedicionario al Desierto Blanco».

3. Doctor en ciencias médicas egresado de la Universidad Nacional de La Plata y Director Nacional del Antártico durante más de una década. También fue reconocido por su labor, por la Honorable Cámara de Diputados de la Nación Argentina, y le otorgaron la Medalla de oro de la Universidad de Québec, entre otros reconocimientos.

THE ANTARCTIC THAT ALBERTO MORALES GIVES US - ENG

THE ANTARCTIC THAT ALBERTO MORALES GIVES US

JULIO SAPOLLNIK

SINCE ANCIENT GREECE, the cartographers have suspected of the existence of a white continent and that existence was based in the belief that it would prove that in some place, in the extreme south of the world, there was a vast expansion of land destined to guarantee the symmetry between Asia and the North of Africa. The monochromatic landscape of that Antarctic mythology was first sighted in September 1815, during the War of Independence, by Navy Colonel Guillermo Brown. In 1818, Juan Pedro Aguirre obtained official permission to hunt sea lions «on some of the islands that are uninhabited at the height of the South Pole of this continent».1 Two years later, in 1820, a Russian expedition reached those lands and later a Norwegian mission.

1. www.cancilleria.gob.ar/es/iniciativas/dna/historia-y-patrimonio/linea-historica/siglo-xix

Antarctica is the fourth largest continent in territorial extension. There, the immutable whiteness of a frozen desert is primal, and is accompanied by ferocious winds of more than three hundred miles per hour and temperatures of ninety degrees below zero in its extreme conditions. During winter its size doubles due to the engorging icing. In the face of such amplitude, the human presence is irrelevant.

The continent is a fundamental part of the complex climatic system of our planet, and it is surrounded by circular polar currents of cold air and water which determine the direction of the heat between the tropics and the poles. That increases the potential ability of absorption of carbon dioxide by the oceans. The deep waters of the ocean are very rich in oxygen, and therefore they purify the seas. Also, Antarctica stores enormous amounts of fresh water.

Upon the major importance that Antarctica provides for the survival of human existence, in Washington in 1959 the Antarctic Treaty was signed and today it is considered one of the most successful agreements of international diplomacy. Among the twelve countries that belong to the agreement is the Argentine Republic. The Treaty has contributed to the preservation of the Antarctic Continent as a destination of peace and as a scientific laboratory for the welfare of all humanity. Antarctica is up to today’s date the only continent where there have not been any warfare conflicts.

Two important scientists, and today also friends of Alberto Morales, are Rodolfo Augusto del Valle2 and Mariano Memolli,3 who contributed with their vision and knowledge about the white continent, during several meetings that took place at Alberto’s atelier. There, their artistic and scientific thoughts were exchanged and from those conversations these are the reflections that I have gathered.

2. Doctor in Geological Sciences at Universidad de Buenos Aires (UBA), with an extensive trajectory as head of the scientific base Carlini (ex Jubany) during 1985, and scientific head on board between 2004 and 2006. Act 25433 of the National Congress named him «Expeditionary to the White Desert».

3. Doctor of Medical Sciences graduated from Universidad Nacional de La Plata and National Director of Antarctic for over a decade. Also recognized for his work by the Honorable House of Representatives of the Argentine Nation and he was also granted the Medal of Gold in Quebec University, among its awards.
Al sur del Sur                
Me entregué. ¿Qué más se puede? Suceder. Quise entender, y pinté. ¿Qué pintar? Volví a la realidad (a la pintura figurativa) después de haberla abandonado (transformado). Pintar lo que está, sin lo innecesario y, así, llegar a la esencia.
Publicación
El libro está editado en dos versiones Digital y Físico, para ver muestra puede descargarla aquí.
Comentarios destacados

  • Felicitaciones Excelente el libro. Le dedique un par de horas con Cecilia. Gran variedad. No me lo imaginaba.
    Carlos Pedro Vairo. Museólogo, Escritor. Director del Museo Marítimo de Ushuaia
  • Uno siempre tiene el sueño de conocer la Antártida y las Malvinas, y este libro permite realizar ese viaje, es una forma de estar ahí. También es un libro de soberanía, de defensa de lo nuestro.
    Matías Capeluto. Politólogo Director ejecutivo en Casa Patria Grande.
  • Tremendo. Emocionante. Tu obra es un Oxímoron . "La complejidad de lo simple"
    Carlos Quiroga. Psicoanalista.
  • El libro Al sur del sur, de Alberto Morales, reúne de manera armónica y equilibrada (he allí su excepcional atractivo) el relato de su increíble aventura en la Antártida. En él despliega imágenes documentales y textos propios junto a los de eruditos y especialistas, que nos introducen en el tema y, finalmente su obra, legado fundamental que entrega a la posteridad. Objeto estético de una gran sobriedad en su diseño, nos introduce ya desde el arte de tapa y las primeras páginas, a la peculiar visión que desde el arte puede hacerse al insondable misterio de la Antártida.
    Daniel Vidal. Artista Plástico
  • “Celebro este libro, entre muchos otros atributos, porque es una de las pocas ocasiones que se observa la conjunción de la producción de un artista como Alberto con el diseñador que la comprende, la abarca, la plasma y la proyecta en esta hermosa obra editorial “
    Oscar Echevarría. Rector y Decano UP Facultad de Diseño y Comunicación